El cráneo respira y vive
Un abordaje dentro del amplio campo de la osteopatía, desarrollada por William G.Sutherland, que se apoya en la movilidad de los huesos del cráneo (dentro de lo que se conoce como movimiento respiratorio primario), para el abordaje de problemática del bebé (plagiocefalia, tortícolis congénita), del niño (estrabismo, escoliosis,…), del tratamiento orofacial, y de los problemas funcionales en el adulto (cefaleas, mareos,…) que aunque ya no conserven la movilidad de los huesos del cráneo, siempre queda una tendencia al movimiento, que se puede trabajar a través de las suturas craneales.
La terapia craneosacral, parte de este mismo concepto, y de la unidad del Sistema Nervioso Central que se continúa desde el cráneo hasta el sacro, y se fija a la columna gracias a su sistema de protección meníngeo (que funciona como un tejido flexible, pero inextensible), para transmitir la noción de este movimiento respiratorio primario, desde el cráneo hasta el sacro y cóccix. Ambas técnicas tienen un efecto sobre el sistema nervioso central, provocando una relajación de los tejidos y una activación de los sistemas profundos de autocuración del cuerpo.