La glucosamina es una sustancia química natural, que se encuentra en el cuerpo, en concreto en el líquido que rodea las articulaciones. El cuerpo utiliza la glucosamina para ayudar en la formación de tendones, ligamentos, cartílagos y el líquido que rodea a las articulaciones.
Con el tiempo y el movimiento, las articulaciones se van deteriorando y producen dolor y rigidez. La glucosamina ayuda a aumentar la cantidad de cartílago y líquido y previene su deterioro.
La glucosamina también podemos encontrarla en la naturaleza. Por ejemplo las conchas de los crustáceos (cangrejo, langosta, gamba) son una fuente de glucosamina.
Hasta ahora los estudios han constatado que la glucosamina ayuda a regenerar las articulaciones dañadas, a regenera el cartílago y a mejorar la movilidad y flexibilidad de las articulaciones.
Pero eso no esto todo porque un reciente estudio, publicado por la revista “Nature Comunications”, ha descubierto que la glucosamina podría convertirse en una pieza esencial para prologar la esperanza de vida. En el estudio se ha revelado que prolonga la vida de los ratones casi en un 10%.
¿Para qué se usa la glucosamina?
Uno de los principales usos de la glucosamina es para tratar la ARTROISIS, uno de los males que afecta a casi el 17% de la población española, de los que el 76% son mujeres. Los estudios confirman que la glucosamina ayuda a reducir el dolor en un 50%, mejora la rigidez en un 25% y reduce la inflamación en un 53%*
También se puede usar para tratar lesiones deportivas o dolores de espalada.
Precauciones
Las personas con alergias a los mariscos deben tener cuidado con el uso de la glucosamina. Quienes padecen diabetes, enfermedad renal, enfermedad del corazón, trastornos hemorrágicos, presión arterial alta, asma, colesterol alto, deben consultar a su médico antes de usar glucosamina.
Los niños y mujeres embarazadas no deben tomar estos suplementos,
Fuente: Sociedad española de Reumatología e Instituto de Investigación Biomédica de la Coruña.